JESÚS SOSA. NUEVAS GENERACIONES DEL ARTE POPULAR DE OAXACA

Oaxaca es uno de la estados de la República Mexicana que se caracteriza por una belleza extraordinaria producto de su diversa geografía reflejada en los paisajes de sus playas, valles y mesetas; rica en vestigios arqueológicos y edificios coloniales producto de su historia; una delicia culinaria declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; así como múltiples expresiones artísticas con reconocimiento nacional e internacional, hacen de Oaxaca un lugar con magia.

Cada una de las entidades que conforman el estado cuenta con una amplia diversidad cultural y con tradiciones arraigadas que representan a los diferentes grupos originarios que lo habitan; herencia profunda, mítica y milenaria que emerge para dar al mundo su exuberante cultura.

San Martín Tilcajete es uno de los 570 municipios que conforman el estado de Oaxaca. Pertenece al distrito de Ocotlán, dentro de la región Valles Centrales, su geografía, su flora y su fauna le adjudica la toponimia que se compone de Til, cuyo significado es "tinta" y de Cajete, que se refiere a un montículo de piedras que circundan un nacimiento de agua a manera de pozo o noria.

Este significado es representativo aún para los actuales habitantes, puesto que en la antigüedad el pueblo se dedicaba a producir la tinta de cochinilla para aplicarla como colorante a sus prendas de vestir, hoy, sigue produciendo color pero en base a nuevos materiales aplicados para decorar hermosas piezas artesanales. Pues San Martín Tilcajete es la cuna de formas fantásticas en madera.

Es aquí, en esta bella comunidad donde la excelencia artesanal de sus moradores da vida y color a la madera. El trabajo de los artesanos es una fascinante amalgama de tradiciones indígenas, coloniales, modernas y globales.  Quizás en ningún lugar, todas estas influencias en conjunto han logrado el enorme efecto del arte folclorista de nuestros días como en el estado de Oaxaca, cada artesano trabaja con una gran variedad de técnicas y materiales produciendo obras que demuestran las raíces de la cultura mexicana moderna.

Dentro de este municipio se encuentra Jesús Sosa Santiago joven artesano oaxaqueño perteneciente a la tercera generación de talladores de madera. Su padre Don Herminio Sosa Ojeda y su tío Don Agustín Cruz Prudencio, este ultimo integrante de los grandes maestros del arte popular impulsados por Fomento Cultural Banamex en su colección en permanente exposición en México y el mundo, han contribuido y enriquecido por años en sus talleres, una técnica artística de gran detalle, que da vida a animales fantásticos decorados con motivos zapotecos, cuya especialidad son las llamadas “tonas”.

 

Cuenta la leyenda que para la cultura zapoteca, el animal protector recibía el nombre de toná y estaba vinculado a todo individuo desde su nacimiento. Para reconocerlo, el padre de familia dibujaba un círculo de cal y mezcal al exterior de la casa donde habitaba el recién nacido. A la mañana siguiente, identificaba las huellas del animal que había permanecido custodiando la entrada; ese animal hasta entonces silvestre se convertiría en un animal místico y su protector, se transformaría en la tona. Estos tonás o nahuales han tomado el nombre "moderno" de alebrijes, retomando y fusionando la tradición iniciada por Don Pedro Linares, maestro de la cartonería y la imaginación. 

Jesús Sosa Santiago a sus 24 años de edad es el heredero de una gran tradición en este mundo moderno y globalizado. Actualmente se dedica a elaborar y detallar sus piezas con un estilo único e inigualable, donde la vitalidad, la energía y el movimiento se hacen presentes a través del color y la textura. Es reconocido por su perseverancia y dedicación en el decorado de las piezas elaboradas en madera de copal en estilo fino.

En entrevista para Estilo Mexicano nos cuenta cómo y cuándo empezó su interés en el diseño y elaboración de piezas artesanales: “Tuve la enseñanza de mis padres en las artesanías en copal, los alebrijes. Mi interés es desde que tengo ocho años edad, a esa edad se me empezó a introducir al taller familiar y en el proceso para elaborar un alebrije, a los doce años comencé a pintarlos y a los quince años comencé a realizar mis primeras piezas con un estilo fino y diferente.”

Hoy Jesús produce diversidad de piezas entre ellas animales, santos, vírgenes, cristos, corazones y todo tipo de tonas. Su materia prima es la madera de copal y a pesar que la técnica que utiliza es libre ya que el copal es versátil para crear diseños, el proceso para elaborar una pieza es largo, autentico y peculiar. Se acude al cerro a seleccionar la madera, después se empieza a tallar los cortes de copal, con machetes, cuñas, cuchillos, o algún  instrumento punzocortante; posteriormente se deja secar la madera por semanas, cuatro a seis semanas en piezas pequeñas y medianas, piezas de mayor tamaño pueden estar durante meses al sol esperando, con la intención de que la madera se deshidrate y pierda hasta la mitad de su peso fresco; una vez deshidratada, la madera "abre" y se resanan o aplican restauraciones menores a las piezas, con la intensión de crear un lienzo en blanco perfectamente liso. Se pueden hacer diversas figuras, todo de acuerdo a la inspiración de cada tallador o la forma que se esconde tras la madera; después se pule y como última fase se deja en gasolina durante más días para evitar que la pieza se dañe o contamine por insectos, moscos o termitas,y así crear una pieza durable. 

Al respecto nos comenta Jesús: “El proceso es largo, para recolectar la madera una tarde o un día entero, en el tallado se depende mucho de la figura que se pretende tallar, mientras que para curar la pieza en gasolina se utiliza otro día completo, ya atendiendo al decorado de la pieza, uno puede tardar de un mes a dos meses, así que para que terminar una pieza necesitamos un promedio de tres meses.”

Jesus, joven artesano utiliza para el decorado de estos hermosos tonas y alebrijes la pintura acrílica, que le posibilita la elaboración de trabajos más estéticos, finos, coloridos y de mayor durabilidad. Es así como el color, la textura, el detalle, la imaginación y la paciencia le dan ese toque característico a las piezas de Jesús Sosa Santiago. “La primera pieza que me hizo sentir algo especial e inspiro fue una virgen de Guadalupe, a ella le guardo mi respeto y el agradecimiento por guiarme en el camino de la creación, hoy me apasiona crear todo lo relacionado con los animales, pues desde pequeño me resultaba interesante observarlos, me apasiona crearlos, especializándome en su decorado, digno de exportación.”

 

Jesús busca implementar con sus trabajos y sus creaciones una cultura para valorar el trabajo y esfuerzo de las manos artesanas y la exhortación a las nuevas generaciones para seguir realizando este arte. “Me ha inspirado seguir trabajando los concursos en los que he participado y los premios que he ganado dentro y fuera del país, desde mis inicios fue difícil empezar a ir a ferias nacionales e internacionales, no contaba con los recursos ni la solvencia suficiente, pero poco a poco mis piezas las fueron conociendo y reconociendo sobre todo en el extranjero. Nunca me he dado por vencido porque valoro mi trabajo, mi familia y mis padres, ellos son el pilar y motor que me impulsa a seguir creando.”

Jesús ha destacado por sus maravillosas obras, las cuales le han permitido conocer Nuevo México, Dallas, Houston, Boston, California, España, Chihuahua, Durango y Zacatecas, ha participado en concursos juveniles de arte oaxaqueño en los cuales ha destacado por  sus maravillosas creaciones, por la diversidad de colores y dominio de la degradación de sus tonos, detalladas formas expresadas en sus piezas, las cuales son versátiles en estilos y formatos. Ha participado tres veces en el concurso juvenil del arte de FONART en los años 2014, 2015 y 2016, consiguiendo reconocimiento en su trabajo, encargándose hoy día de las exportaciones y creaciones del taller Sosa, donde trabajan padre e hijo.

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Por: @Brenda_Martz