ALICIA ARANDA CREA TIERNOS ONÍRICOS CERÁMICOS
Siempre he sido muy fan de las mujeres y no solo por yo ser una, sino por lo multifacéticas, dedicadas, apasionadas y apasionantes que somos. Asimismo, admiro mucho a las mujeres que se adentran en el mundo del arte, el cual históricamente ha sido eclipsado por hombres.
Alicia Aranda o Malicia, es una mujer que ha reafirmado mi admiración en muchos sentidos, pues además de ser Técnica Artesana Ceramista, egresada de la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, es una madre y esposa que cree que si bien ha sido poco el reconocimiento al trabajo de la mujer tanto históricamente como en todas las esferas, incluidos el arte y la artesanía, actualmente se han abierto muchas puertas para que mujeres como ella puedan triunfar:
“Gracias a las grandes mujeres que mediante trabajo y lucha continua han logrado que seamos tomadas en cuenta. Considero que como siempre lo hemos hecho, mujeres y hombres debemos trabajar duro para lograr ser exitosos, el reconocimiento depende de nosotros mismos.”
Malicia se considera una persona divertida, sociable, sensible, inquieta, parlanchina y muy simple y, dicen por ahí, que entre más simple o sencilla es una persona, más hermosa es.
“En realidad yo firmo como "Malicia". En Instagram aparezco como "maliciosilla" porque el otro ya estaba ocupado. El nombre o firma "Malicia" surge debido a mi nombre, me llamo María Alicia y toda mi vida abrevié mi nombre como Ma. Alicia y fue por esto que mis amigos comenzaron a llamarme así, ya posteriormente comencé a firmar mis trabajos con ese seudónimo.”
Alicia describe su arte como: infantil, figurativo, caricaturesco, imaginativo, simple, tierno, colorido, orgánico, natural, mágico... Sus piezas están basadas en una visión del mundo que la rodea, con formas suaves y caricaturescas, casi como cree haberlas concebido cuando era niña. Aunque las formas son simples, cada una cuenta con personalidad propia que las hace únicas.
“Vivo cada día de mi vida buscando cómo reinventarme, soy sumamente ansiosa y curiosa, tengo habilidad para las artes manuales y aprendo fácilmente aquello que me causa mucho interés. Busco poder disfrutar de cada instante de mi vida, incluso de aquellos momentos en los que el estrés y los desafíos diarios me llevan al límite. Creo que trato de llegar a sentir la paz y serenidad que proyecto en algunas de mis obras.”
Le encanta poder enseñar lo que ha aprendido en la vida, pero, sobre todo, le gusta aprender de la gente que la rodea: “Amo dar cursos y crecer junto con los chicos que me dan la oportunidad de llegar a sus vidas. Disfruto la manera en que cada uno resuelve su día a día, y hablando de la cerámica específicamente, es muy enriquecedor ver cómo cada alumno soluciona las limitantes que el material presenta.”
Desde hace aproximadamente 8 años comenzó a elaborar objetos y figuras de papel maché de forma autodidacta, impartió algunos talleres en casas de cultura, museos y universidades, sin embargo, fue en marzo de 2015 que se le presentó la oportunidad de entrar a estudiar la carrera de cerámica y la tomó: “Fue justo allí cuando empecé a tener contacto con la arcilla y la amé, desde entonces he impartido talleres, he participado en exposiciones en la CDMX y he vendido mi trabajo a nivel nacional e internacional.”
Nos platica que cuando comenzó a trabajar con arcilla, supo que era el material que había estado buscando para poder realizar los proyectos que tenía en mente: “Me fascinó la química que implican los procesos cerámicos y las sorpresas que te llevas en la experimentación. Me di cuenta de que era lo que quería y nunca más lo solté.”
También ha trabajado con cartonería y papel maché, considera que la cartonería es una disciplina muy bonita, pero un tanto rígida, lo cual la hizo encontrarse con ciertas limitaciones que no le convenían para su trabajo. En cuanto al papel maché, nos explica que este material le dio mucha más libertad, pues se modelaba mejor y con más soltura, fue un material que disfrutó mucho.
Alicia creció y se construyó en una cultura cinematográfica, musical, iconográfica e incluso literaria de la época de sus abuelos, en la cual las historias se contaban a través de las experiencias vividas en el rancho, donde coexistían con la naturaleza y los mitos se desarrollaban en torno a ella: “Es ahí donde nace esta visión infantil del mundo que vi y escuché.”
Sus piezas tienen como referencia todo el contexto cultural y visual que ha tenido a lo largo de su vida, no obstante, no se lo atribuye a ningún artista en específico, pero considera que tiene pedacitos de muchas personas a las que admira.
“El arte y la artesanía han sido, a través de los años, un lenguaje no verbal para expresar sentimientos y emociones, son un lenguaje sociocultural que ha servido a la humanidad para contar la historia e incluso para palparla. Creo que la única diferencia entre arte y artesanía es la forma en que la gente está acostumbrada a observarla y valuarla, una idea colectiva que se arrastra desde hace cientos de años en la que el artesano tiene menos valor que el artista, claro, una idea que no comparto en absoluto.”
Cree que su mayor desafío ha sido creer en ella misma: “Allá afuera el mundo está lleno de gente que no creé en uno y que está dispuesto a aprovecharse de esas inseguridades para infravalorar mi trabajo y explotarlo. Mi mayor reto es hacer caso omiso a esta gente y fortalecerme cada día trabajando duro, aprendiendo más sobre mi quehacer y, sobre todo, escuchando y aprendiendo de los demás.”
Las piezas de esta artista son muy aleatorias, tanto en tema como en la función, la cual depende mucho de la forma, es por esta razón, que ella no considera que siga una línea específica o inamovible, lo que sí cree es que uno de los mayores placeres es cuando las piezas salen del horno ya esmaltadas: “Siempre causa emoción saber si las piezas saldrán bien o si tuvieron algún contratiempo dentro del horno, es como Día de Reyes, sin embargo, previo a eso me encantan los procesos, aunque hay unos más engorrosos que otros, es muy bello ver cómo día con día voy creciendo, ya sea en el modelado de una pieza o en la experimentación con esmaltes o pastas, siempre es grato ver los avances del trabajo que realizo.”
Sus mayores logros, tanto en el mundo de la cerámica como en la vida en general, son las personas con las que ha tenido el gusto de coincidir y de las que ha tenido la fortuna de aprender: “He llegado hasta donde estoy gracias a su apoyo y, sobre todo, su sinceridad. Soy una mujer muy afortunada por contar con tanta gente bella.”
En cuanto a los trabajos que le han dado mayor satisfacción, nos platica que son aquellos que suponen un mayor reto para ella, aquellos que le han hecho pasar horas, incluso días enteros, estudiando para lograrlos, pero en especial, su mayor satisfacción llega cuando entrega la pieza a su nuevo dueño y éste logra identificarse con ella.
“Si bien es cierto que mi trabajo depende mucho de la destreza en la técnica, de los acabados, en general, de qué tan bien realice el trabajo; también es cierto que depende mucho de la aceptación de la gente y el contexto sociocultural en el que me encuentre influye mucho en si mi trabajo es bien aceptado o no. Considero que por la temática de mis piezas, éstas son fácilmente aceptadas, pero no sé qué tan bien me iría dentro de una sociedad tan lastimada como en la que vivimos actualmente si mis piezas fueran más provocativas.
Dependemos de un sistema que dicta los cánones y que puede hacernos triunfar o fracasar, según le convenga; estamos sujetos a él económicamente mas no intelectualmente.”
En cuanto a su opinión sobre el arte contemporáneo, nos comparte: “Considero que la constante búsqueda de nuevas formas de expresión ha dado pie a explorar con diversos materiales, técnicas y disciplinas, mismas que se ven reflejadas en el arte y artesanía contemporáneos, me gustan las interrogantes que arroja el resultado de dicha búsqueda y las puertas que abre a nuevas propuestas.”
Si estás interesado en iniciarte en el mundo del arte o ya estás en ese camino, Alicia te recomienda que confíes ti mismo: “No dejes de estudiar, siempre escucha a la gente, las críticas buenas y malas, las historias, los mitos, las leyendas, siempre está dispuesto a ampliar tu acervo cultural, no dejes de crecer personal y profesionalmente y, sobre todo, siempre se agradecido con cada logro y cada error, que es lo que nos hace crecer como personas, artistas o artesanos.”
Su meta es seguir creciendo personal, emocional y profesionalmente y abrir un estudio de cerámica en el que pueda seguir aprendiendo y creciendo junto con sus alumnos.
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